Tendencias en Confiabilidad y Resiliencia: la Creciente Brecha en la Resiliencia
Back to TopLa confiabilidad y la resiliencia son aspectos claves en el rendimiento de las empresas de electricidad. Estas medidas son importantes para las empresas de electricidad, sus clientes y los reguladores.
Un nuevo informe sobre las Tendencias de Confiabilidad y Resiliencia muestra que, para los Estados Unidos y Canadá, las métricas subyacentes del Índice de Frecuencia Media de Interrupciones del Sistema (SAIFI, por sus siglas en inglés) y del Índice de Duración Media de Interrupciones del Sistema (SAIDI, por sus siglas en inglés), cuando se excluyen los eventos importantes, se han mantenido prácticamente estables o han aumentado (empeorando). Esto muestra un contraste con otras jurisdicciones, como el Reino Unido y Australia, donde los incentivos financieros han impulsado generalmente un patrón de mejora.
Aún más significativa es la creciente “brecha de resiliencia” entre las métricas de confiabilidad de Estados Unidos y Canadá, al incluir y excluir los grandes eventos, que es indicativa de un desafío de resiliencia significativamente creciente. La línea de tendencia lineal del SAIDI, si se incluyen los grandes eventos, crece a un ritmo de 40.2 minutos al año. En cambio, la línea de tendencia lineal del SAIDI, si se excluyen los grandes eventos, crece a un ritmo de aproximadamente 2.2 minutos al año. Esto representa una diferencia de crecimiento de 38 minutos cada año. Observe la tabla que aparece abajo.
El mismo patrón se da también en Canadá, donde existe una brecha variable, pero generalmente creciente en el SAIDI cuando se considera la inclusión y la exclusión de los grandes eventos. Según las tendencias lineales, el SAIDI, al incluir los grandes eventos, crece a un ritmo de 10 minutos más al año que al excluir los grandes eventos. Observe la tabla que aparece abajo.
Esto se relaciona con la evidencia de las crecientes amenazas de eventos meteorológicos intensos que se observan en los datos climáticos y gubernamentales más amplios. Sin embargo, esto contrasta con el rango de otros países en los que las continuas mejoras en la confiabilidad han mantenido o reducido la brecha de resiliencia, a pesar de que los eventos meteorológicos intensos son cada vez más frecuentes.
La importancia de una red confiable y resiliente sigue aumentando a medida que la sociedad se descarboniza y adopta la electrificación del transporte y la calefacción y a medida que las sociedades se ven afectadas por eventos meteorológicos intensos y más frecuentes.
Por ello, es importante considerar las opciones disponibles para mejorar la confiabilidad y la resiliencia. Entre ellas se incluyen más acciones preventivas para reducir el riesgo de que se produzcan fallas, así como medidas para mejorar la respuesta cuando estas se produzcan. Las opciones incluyen la segmentación de la red, la automatización de la distribución, el refuerzo de la infraestructura de distribución y el soterramiento.
Hay que invertir para garantizar que la red de distribución sea resiliente no solo a las condiciones meteorológicas actuales, sino también al clima del 2030, 2040, y 2050.