Las regulaciones ponen el foco en los clientes con la prestación más precaria
Back to Top“Clientes con la prestación de servicio más precaria”, “alimentadores con baja confiabilidad”, “alimentadores con rendimiento deficiente”, son parte de la terminología usada en diferentes jurisdicciones, pero todas conllevan básicamente el mismo significado. Son clientes que experimentan una confiabilidad de energía notablemente inferior al promedio.
El desafío de los clientes con la prestación de servicio más precaria no es nuevo. Los reguladores de la industria cuentan con una variedad de recursos como el monitoreo mejorado según estándares garantizados y el uso de regulaciones de incentivos.
Los clientes con la prestación más precaria enfrentan nuevos desafíos.
Desafíos del Cambio Climático
El incremento de los fenómenos meteorológicos extremos implica un desafío para la resiliencia de la red, lo cual genera un impacto negativo en el rendimiento de la red. Muchos de los alimentadores con rendimiento deficiente están en la periferia de la red y son propensos a estar entre los más expuestos a los impactos inmediatos del cambio climático. Reforzar la resiliencia en las redes implica resolver los desafíos que enfrentan las personas que reciben el servicio de peor calidad, entre los que se podrían encontrar grupos de clientes vulnerables con gran dependencia de la electricidad.
Al mismo tiempo, las empresas de electricidad en todo el mundo están pensando en la forma de hacer la transición a sistemas de energía con bajos niveles de carbono. Los factores que impulsan la conexión de recursos renovables, la electrificación de sistemas de calefacción y transporte, y el creciente interés en la digitalización representan desafíos y oportunidades para las empresas de electricidad, ya que repercuten en el papel que juegan las redes.
Necesidades Cambiantes de los Clientes
Independientemente de la definición de “prestación más precaria”, ha habido poca consideración en cuanto a las interrupciones temporales o a los problemas de calidad de la electricidad. Estos dos temas se están transformando en una preocupación de importancia para los clientes. En las redes del futuro, tendrán más relevancia y serán áreas de gran interés para las regulaciones.
Las inversiones son un factor clave y necesitarán estar dirigidas a mejorar la confiabilidad y a fortalecer partes específicas de la red. Al mismo tiempo, se deberán aprovechar los beneficios de las nuevas soluciones. La automatización de la distribución y otras tecnologías de redes inteligentes mejoran la capacidad de predecir desafíos futuros y, una vez que sucedan, poder responder rápidamente y minimizar el impacto en los clientes.
Enfrentar los desafíos del futuro significa que ningún cliente debe quedar relegado. Los desafíos existen, pero habrá nuevos recursos disponibles para combatirlos. Es por eso que enfocarse en los clientes con la prestación más precaria es ahora tan importante.